Mira, estoy sufriendo ahorita precisamente por mi soledad. ¿Me entiendes? Por mi soledad. No me siento propio de mi mismo, de mi casa, de como tenía antes. Más de 100 años con casa. ¿Me entiendes? Eso es lo que estoy sufriendo. Eso es lo que sufro. Y lo tengo aquí. Así, así está mi vida. Me siento solo. Exactamente. ¿Para qué te digo que no? Me siento solo. Pero ese es mi vida.

Pero ni modo. Mi vida ha sido muy bien. ¿Pa qué me quejo? Sufro poquito porque no me siento muy sólido, muy de mi mismo, porque estoy en casa ajena. Pero así es mi vida. No, no tengo nada que malagradecer. No me quejo.

Sí pienso en la muerte ahorita. Puede ser que Dios me tenga aquí por algo. No sé, no sé. Ahorita todos los días, le pido a Dios que me quite la vida, pero así que no me ponga a sufrir. ¿Me entiende? Eso es lo que pido a Dios.